Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno
Fundación La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno celebró su IV Centenario en el año 2011, partiendo de la Regla aprobada por el obispo Don Francisco Terrones Aguilar del Caño, el 4 de febrero de 1611, por lo que esta fecha es la que se toma como de su fundación por haber adquirido naturaleza legal por la aprobación eclesial. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com Sede Capilla de Santa Nonia Emblema Corona de espinas doble y entrelazada con ocho huecos. En su interior, contiene las siglas JHS, de cuya letra central parte una cruz latina. Bajo ellas, aparecen tres clavos de cabeza puntiaguda apoyándose sobre la parte inferior de la corona. Todo ello en color morado. El emblema de los miembros de la Junta de Seises, Abades Honorarios y ex-Abades figura en color oro. La corona de espinas del distintivo del Abad tiene diez huecos en vez de ocho. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com Descripción del Hábito Túnica de tablones de sarga negra, con cintas de raso del mismo color bordeando el cuello, las bocamangas y atravesando horizontalmente la parte superior del pecho y de la espalda y verticalmente el centro delantero; capillo de idéntico tejido y color con cinta de raso negro en su borde inferior; cíngulo también negro, con las caídas hacia la izquierda y emblema de la Cofradía sobre el corazón. Completan el hábito: camisa blanca y corbata, guantes, pantalón, calcetines y calzado negros. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com Número de Hermanos En la actualidad, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno cuenta con 4500 Hermanos, exclusivamente hombres. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com Actos de interés El segundo sábado de Cuaresma, desde el año 2003, tiene lugar en la Capilla de Santa Nonia el Solemne Besapiés a Nuestro Padre Jesús Nazareno que es seguido por miles de Leoneses que con mucho respeto y devoción van a besar el pie al Nazareno. Desde el Sábado de Pasión y hasta el Lunes Santo, tiene lugar en la Capilla de Santa Nonia el Triduo a Nuestro Padre Jesús Nazareno. Cabiendo destacar la Salida Procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Procesión de La Pasión. En la Noche del Jueves Santo tiene lugar “La Ronda” en la que se llama a los Hermanos de Jesús para participar en el Cortejo Procesional de “Los Pasos”. Celebración de la Eucaristía Dominical todos los Domingos del año - excepto en los meses estivales - en la Capilla de Santa Nonia. La Oración en el Huerto (Víctor de los Ríos Campos, 1952) "Padre, si quieres, pasa este cáliz de mí; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Se le apareció un ángel del cielo que le confortaba" Lucas 22, 42-43 Tras la Guerra de la Independencia, y reorganizarse la Cofradía, aparecen las primeras referencias al paso de la Oración en el Huerto. En 1815 se realiza un abono al Maestro Bernardo Pérez por la hechura del antiguo paso de la Oración, con un coste de 370 reales, aunque se trata de la primera referencia en los libros de cuentas de la Cofradía sobre este conjunto. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Actualmente no recibe culto. El Prendimiento (Ángel Estrada Escanciano, 1964) "Aún estaba El hablando, y he aquí que llegó una turba, y el llamado Judas, uno de los doce, les precedía, el cual, acercándose a Jesús le besó. Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?" Lucas 22, 47-48 Hasta el año 1944 no figuraba esta escena entre las que poseía la Cofradía. Ese año, durante la Abadía del Hno. Dustan Prin Grande se adquiere un nuevo paso, también conocido como el Beso de Judas, sin que se conozca autor y procedencia, aunque todo apunta a que fue comprado en alguno de los talleres levantinos que reproducían arte en serie. El primitivo paso estaba compuesto por cuatro figuras: Jesús y Judas, en acción éste último de besar a Cristo, con la bolsa de monedas en la mano izquierda, mientras dos romanos se mantienen expectantes para apresar al Mesías. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Actualmente no recibe culto. La Flagelación (Imagen del Cristo atribuida a Gaspar Becerra, siglo XVI – Sayones de serie, 1943) "Y todo el pueblo contestó diciendo: Caiga sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que le crucificaran" Mateo 27, 25-26 El Cristo atado a la Columna es la talla más antigua y una de las de mayor calidad que posee la Cofradía. Atribuida al escultor romanista Gaspar de Becerra, en la segundamitad del siglo XVI, entre 1558 y 1562, cuando dicho escultor estuvo trabajando en el retablo de la Catedral de Astorga. Nos presenta la tipología de un Cristo de gran piedad, abrazado a una columna alta, tipología típica de ese periodo, estando la misma coronada por un gallo, como símbolo de las negaciones de Pedro. La imagen es de tamaño algo menor del natural, y se desconoce como llegó a propiedad de la Cofradía y desde cuando forma parte de las procesiones organizadas por ésta. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * El Cristo atado a la Columna recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. La Coronación de Espinas (Higinio Vázquez García, 1977) "Los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convoncaron a toda la cohorte, y le vistieron de púrpura y le ciñeron una corona tejida de espinas, y comenzaron a saludarle: Salve, rey de los judios. Y le herían en la cabeza con una caña y le escupían, e hincando la rodilla, le hacían reverencias" Marcos 15, 16-19 La Coronación de Espinas es uno de los conjuntos históricos de los que posee la Cofradía, ya presente desde los años cercanos a su fundación. Así, en el contrato que se firma con Díez de Tudanca en 1675, siendo Abad Martín Asensio Albarez, se expone que desean sustituir su antigua escena, un paso de los denominados de “papelón”, por “estar yndepcente por ser las hechuras de los sayones de carton y averse de renovar cada año en que la compañía tenia mucho gasto”. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Actualmente no recibe culto. El Ecce Homo (Anónimo, 1905) Otra vez salió fuera Pilato y les dijo: Aquí os lo traigo para que veáis que no hallo en El ningún crimen. Salió, pues, Jesús fuera con la corona de espinas y el manto de púrpura, y Pilato les dijo: Ahí tenéis al hombre" Juan 19, 4-5 La escena, conocida desde antiguo como “El Balcón”, es otro de los pasos con los que contó la Compañía desde tiempos inmemoriales, toda vez que en los libros de actas y cuentas más antiguos que se conservan ya aparece reiteradamente mencionada. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * El Ecce Homo recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. Nuestro Padre Jesús Nazareno (Imagen del Nazareno atribuida a Gregorio Fernández, siglo XVII – Imagen del Cirineo, Obra de Víctor de los Ríos Campos, 1946) Tomaron pues a Jesús, que llevando su cruz salió al sitio llamado Calvario, que en Hebreo se dice Gólgota, donde le crucificaron, y con El a otros dos" Juan 19, 16-18 "Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevase en pos de Jesús" Lucas 23, 26 Nuestro Padre Jesús Nazareno, paso titular de la Cofradía, está compuesto por dos imágenes. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario, y Simón de Cirene ayudándole en tan penosa tarea. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Nuestro Padre Jesús Nazareno recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. La Verónica (Francisco Pablo, 1926) "Salió una mujer de entre la chusma y, desafiando a la soldadesca, con un paño blanco enjugó el rostro del Nazareno, al separse del Hijo de Dios, vio el propio rostro de Jesús grabado en sangre y sudor sobre el paño" De la Tradición Realizada en pasta de madera en 1926, durante la abadía del Hno. Vicente Crecente, siendo recogida su llegada a León en el Diario de León en los siguientes términos: “procedente de los mejores talleres de imágenes religiosas de Valencia”, aunque en los libros de cuentas de la Cofradía no aparece ningún desembolso por la misma, ya que, según el historiador leonés Antonio Alonso Morán, fue sufragada por suscripción popular. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * La Verónica recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. El Expolio (Francisco Díez de Tudanca, 1674) Tomaron sus vestidos, haciendo cutro partes, una para cada soldado, y la tùnica. La tùnica era sin costura, tejida toda desde arriba. Dijéronse, pues, unos a otros: No la rasguemos, sino echemos suertes sobre ella para ver a quién le toca, a fin de que se cumplises la Escritura: Dividiéronse mis vestidos, y sobre mi tùnica echaron suertes" Juan 19, 23-24 La Cofradía de Jesús Nazareno, en la segunda mitad del siglo XVII, incrementó de un modo considerable lo que hoy día denominamos patrimonio artístico. En 1674 se le encomienda a Francisco Díez de Tudanca el paso del Expolio, la imagen del Cirineo y el ahueque de la escultura titular. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Cristo Nuestro Bien recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. La Exaltación de la Cruz (José Antonio Navarro Arteaga, 2000) "Llegando al sitio llamado Gólgota, que quiere decir lugar de la calavera, dieronle a beber vino mezlcado con hiel, mas en cuanto le gusto no quiso beberlo. Así que le crucificaron" Mateo 27, 33-34 Este conjunto ha sido el último, hasta el momento, que ha adquirido la Cofradía, en el año 2000 y es obra del hispalense José Antonio Navarro Arteaga. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * Actualmente no recibe culto. La Crucifixión (Imagen del Crucificado: Obra de serie, 1908 – Imágenes de San Juan, María y María Magdalena: Obras de Faustino Sanz Herranz, 1992) "Era la hora de tercia cuando le crucificaron. El título de causa estaba escrito: El Rey de los Judios. Crucificaron con El a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda, y se cumplió la escritura que dice: Fue condenado entre malhechores" Marcos 15, 26-28 La primera constancia de la incorporación de un crucificado en la Procesión de los Pasos es cuando se adquiere en 1908, junto al nuevo paso de la Coronación, con el nombre de “Santo Cristo”, a los talleres de imágenes cristianas levantinos, tal vez de Olot o de Valls, en el transcurso de la abadía del Hno. Mariano Andrés Lescún. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * El Crucificado recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. El Cristo de la Agonía (Laureano Villanueva Gutiérrez, 1973) "Jesús, dando una voz fuerte, expiró. Y el velo del templo se partió en dos partes de arriba abajo. Viendo el centurión, que estaba frente a El, de qué manera expiraba, dijo: Verdaderamente este hombre era hijo de Dios." Marcos 15, 37-40 En 1957 se incorporara la procesión un nuevo Crucificado, que representa la muerte de Ntro. Señor en la cruz, y para ello se recurre a la magnífica imagen que en 1631 el escultor gallego Gregorio Fernández hiciera para la capilla que habían fundado en la Iglesia de San Marcelo la familia de los Balderas. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * El Cristo de la Agonía recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. San Juan (Víctor de los Ríos Campos, 1946) "Jesùs, viendo a su madre y al dicípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa" Juan 1 En los libros de cuentas la primera mención al paso de San Juan se produce en 1849, cuando se encarga, según Cayón Waldaliso, al escultor Gerónimo Román, que en esa misma fecha realiza la Dolorosa, la efigie del discípulo amado, durante la abadía del Hno. Miguel Sánchez. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com * San Juan recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. Madre Dolorosa (Víctor de los Ríos Campos, 1949) "Y Simeón dijo a María, su Madre: Una espada atravesará tu alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones" Lucas 2, 35 La talló Victor de los Rios cuando casi despuntaba la década de los cincuenta (1949), sustiyendo a la última de las Dolorosas que desde tiempos inmemoriales ha poseido la Cofradía. Majestuosa siempre en su dolor, descubierta la Madre Dolorosa, cerrando el cortejo de la humillación, tornado en salvación, de su Hijo amado. El palio, de cuero repujado, brocado y policromado, único en España que se utiliza para cubrir el dolor de una Virgen, nuestra Virgen. Hecho integrámente a mano, por Melchor Gutiérrez San Martín, en colobaración con su esposa Ana Renedo. Fue obra y donación de la familia Gutierrez-Renedo en 1979. El manto fue confeccionado por Saturnino Escudero y ampliado los bordados en 1993, año en que también se estrenó el vestido procesional y la mantilla cofeccionados en la escuela de bordados de Venta de Baños (Palencia) bajo el diseño y dirección del hermano Melchor Gutierrez San Martín. El trono sobre el que se asienta, bello y magnífico diseñado por el hermano Melchor, es tambien de cuero repujado y ágatas, completado con ángeles. Los varales y la diadema de la Dolorosa son obra del orfebre cordobés Roncero, estrenados en 1998. Son 86 hermanos los que tienen el privilegio de pujar a la Reina de los Cielos, a la Pena Bonita, a la Madre de Dios, en pocas palabras. 86 braceros que llevan sobre sus hombros los 1325 kg del conjunto pasional. Información extraída de la página web de la Cofradía: www.jhsleon.com *La Dolorosa recibe culto en la Capilla de Santa Nonia. Lunes Santo – Procesión de la Pasión La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno participa junto a la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad y a la Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz en este Cortejo Procesional con el Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, acompañado musicalmente por la Agrupación Musical del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Viernes Santo – Procesión de los Pasos Es la Procesión Titular de la Cofradía. Cada mañana del Viernes Santo, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno que es la que más Pasos saca en Procesión de nuestra Ciudad, procesiona 13 Pasos: El Acto de interés está cada año en la Plaza Mayor dónde se agolpan miles de Leoneses y turistas para ver "El Encuentro", Acto más seguido y por tanto principal de la Semana Santa Leonesa. Procesión de la Pasión Recogida de Nuestro Padre Jesús Nazareno. * Vídeo: Paponexpo
Año 2012 Acto en el interior de la Capilla de Santa Nonia a causa de la lluvia que impidió la Salida Procesional. S uena "Amanecer con Triana" interpretada por la Banda de Música del Dulce Nombre de Jesús Nazareno.
Acto en el interior de la Capilla de Santa Nonia a causa de la lluvia que impidió la Salida Procesional. Suena "Himno a Nuestro Padre Jesús Nazareno" interpretado por la Banda de Música del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. {youtube} 6FidIJ68n0Q {/youtube} Procesión de los Pasos Año 2010 "El Encuentro". * Vídeo: alvarobanda
La Oración en el Huerto por la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
El Prendimiento por la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
La Flagelación por la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
El Ecce Homo por la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
Nuestro Padre Jesús Nazareno por la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
La Verónica en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
El Expolio en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
La Exaltación en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
La Crucifixión en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
El Cristo de la Agonía en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
El San Juan en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
La Dolorosa en la Calle Sacramento. * Vídeo: pepejavi
Datos de interés
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Pasos
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Esta antigua Oración, como la actual, estaba compuesta por las imágenes de Jesús y un ángel, siendo la imagen del Señor de las denominadas de bastidor, es decir, tenía tallados cabeza y manos, siendo el cuerpo de vestir, contando con camisa, túnica y cordón, así como una peluca de pelo natural que se solía rizar todas las Semanas Santas, mientras que el ángel era una talla de reducido tamaño.
A lo largo del siglo XIX aparecen diversos apuntes sobre el mantenimiento y reparación de este paso, así como del ajuar de la imagen, destacando, por ejemplo la donación que en 1898 “La señorita Adela Ramos regaló una camisa de hilo fino con encaje y botón de oro con piedra fina para la Oración del Huerto”.
Dicho botón, o polea camisera, es el que se entrega al Abad entrante durante la ceremonia de su toma de posesión, reminiscencia de cuando con los cambios de abadía se entregaban las alhajas al nuevo Abad para su custodia.
En 1928 este paso es protagonista de una nueva procesión a la que daba nombre, y en la que participaron también las otras dos Cofradías leonesas: la de Angustias y Soledad y la de Minerva y Vera+Cruz, saliendo únicamente ese año, siendo Abad el Hno. Enrique Salgado Benavides, portando los hermanos, en lugar del tradicional capillo bajo, un capirote alto morado, tal y como recogía “a priori” Santiago Eguiegaray Pallarés en una de las primeras publicaciones cofrades conocidas en León.
El recorrido de la misma fue, partiendo de la Capilla de Santa Nonia a las 22:00 horas del Jueves Santo: Paseo y calle de San Francisco, Fernández Cadórniga, Plaza Don Gutiérrez, Zapaterías, Plaza de las Carnicerías, Plegaría, Platerías, Cardiles, Paloma, Plaza de la Catedral, Fernando Merino, Plaza Santo Domingo, Independencia, Legión VII, Plaza de San Marcelo, Teatro, Alfonso XIII y calle y Paseo de San Francisco, para recogerse en Santa Nonia en torno a las 00:00 horas del ya Viernes Santo.
El conjunto llegó sin mayores contratiempos hasta que en 1944 se decide sustituir el pequeño ángel por otro nuevo, de mayor tamaño, posiblemente procedente de unos talleres de arte de Barcelona, cuyo coste fue de 4.000 pesetas.
El 12 de enero de 1952 se acuerda encargar al escultor Víctor de los Ríos Campos un nuevo paso de la Oración del Huerto, que sustituyera al que hasta entonces procesionaba la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, igualmente compuesto por Cristo orante y un ángel confortador, realizado en madera, así como el trono sobre el que se asientan. Ese mismo año es presentado, en el antiguo Instituto Masculino el 6 de abril, Domingo de Ramos, siendo Abad el Hno. Carlos Arias Alonso, siendo portado en su primera salida procesional por 24 braceros.
Hasta 1962 las tallas presentaban una disposición distinta a la actual siendo el trono más ancho que largo, mostrando una disposición de figuras emparejadas, y no enfrentadas como procesionan a partir de esa fecha.
Esta agonía en Getsemaní nos muestra a Cristo orando, con una mirada profunda y cansada, suplicante al Padre, a la vez que asume la responsabilidad deposita en Él. Con la rodilla izquierda clavada en el suelo mientras estira el brazo hacia el olivo, donde un ángel le reconforta y ofrece el cáliz de la amargura.
El trono, del mismo año y autor que el paso, está compuesto por paños de latón labrado, siendo modificado en 1996 por el grupo de montaje de la Cofradía, disponiendo la escena en dos alturas.
En el año 2004 fue restaurado completamente por Doña Francisca Romero Abajo, Licenciada en Bellas Artes y especialista en la Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
En mayo de 1962, a
El nuevo paso, realizado en pino de norte, sería parcialmente estrenado en 1964, durante la abadía del Hno. Onésimo Gutiérrez Lobo, finalizándose al año siguiente, año de la abadía de su promotor, y prescindiendo de la figura de un soldado que originalmente figuraba en el proyecto, sin conocer muy bien las causas de esa decisión.
El conjunto se articula en dos bloques. En el primero de ellos, y sobre un pequeño montículo consta de las imágenes de Jesús, con un aspecto sereno mientras que en su mirada se plasma la tensión del pasaje evangélico, Judas y Pedro. El Iscariote se aproxima a Cristo para darle un beso, señal convenida para identificar al Rabí, mientras que Pedro, enjuto de carnes y semblante desolado, dirige su mirada y señala a la cohorte, dispuesto a impedir el prendimiento del Mesías.
El segundo grupo que completa la escena está compuesto por dos soldados romanos con las espadas desenvainadas, que escoltan a un Sumo Sacerdote, que se dirigen a apresar a Jesús, bajo la indicación del citado representante del Sanedrín judío.
El trono del paso, realizado en madera, fue diseñado por el también Hno. Melchor Gutiérrez San Martín en 1985, de líneas rectas y paños con decoraciones vegetales, siendo modificado parcialmente en el año 2001 por el mismo autor, incluyendo ocho gárgolas en las esquinas y otros elementos decorativos en los entrepaños que otorgan mayor volumen al conjunto del paso.
Cabría la posibilidad de que ésta llegara mediante algún tipo de donación, o bien, hubiera sido comprada al propio Convento de Santo Domingo, donde tenía capilla propia la Cofradía, o a algún otro monasterio o parroquia tras la desamortización de Sánchez Mendizábal.
Lo que si consta en los exiguos archivos de la Cofradía y los libros de cuentas que han llegado hasta nosotros, es que en el siglo XVIII ya figuraba entre los pasos que procesionaba la hermandad, siendo denominado en algunos documentos antiguos como el Sr. a la Coluniya.
La composición del paso es marcadamente vertical, cuyo eje principal lo conforman la propia columna y la imagen de Jesús, que se dispone paralelo a ella.
Hasta 1943 no hacen aparición los sayones que completan el conjunto, cuando el Abad, Hno. Gonzalo de Paz del Río, informa que un viaje a Barcelona ha visitado a un “artista especialista en imágenes ” y ha contratado los dos sayones que azotan a Cristo y el soldado romano que ambientan la escena, y cuyo coste fue de 10.000 pesetas, siendo su estreno en el año de 1944. En esos mismos talleres se adquirió el ángel de la Oración en el Huerto, de los que nada más conocemos.
También en ese año se adopta la denominación actual del paso, pasando a llamarse La Flagelación, aunque también es conocido como el Gallo, por el ave que figura en el capitel de la columna.
El trono sobre el que desfila el conjunto, realizado en madera de cedro por el taller de los Hermanos Caballero González de Sevilla en el año 2011, consta de una canastilla de curvas y contra curvas, con cuatro faroles en las esquinas, en la que se ubican ocho escenas encargadas al escultor Mariano Sánchez del Pino con diversos motivos, como la Entrada de Jesús en Jerusalén, la Sagrada Cena, una caída de Jesús con la Cruz,… así como dos querubines que, en el frontal del paso, portan el emblema de la Cofradía.
Tras diversas restauraciones, más o menos afortunadas, se ha realizado una profunda limpieza de la talla en el año
El nuevo conjunto se pide que sea a imitación del que posee la Cofradía de la Vera+Cruz de Valladolid, realizado por Gregorio Fernández en la segunda década del siglo XVII, describiendo la escena: “Christo en su tórculo, sentado con bestidura de púrpura, como está el de Valladolid, dos sayones que le están coronando con sus orquillas, otro sayón que está delante de rodillas, dándole la caña, otra figura detrás que está mirando la execución del castigo, este representa un juez del senado...”
Desconocemos el paradero de este paso, que bien pudo llegar hasta finales del siglo XIX e incluso comienzos del XX, si bien lo más probable es que sólo lo hiciera la efigie del Señor, toda vez que con la crisis de finales del XVIII la Cofradía había decidido prescindir de los sayones de sus pasos, que tal vez pudieron desaparecer en el incendio del Convento de Santo Domingo en 1809.
En 1908, siendo Abad el Hno. Mariano Andrés Lescún, se encarga una nueva Coronación, compuesta por tres figuras, procedente de algún taller de imágenes de serie, tal vez de Olot o de Valls, donde se representaba a Cristo sentado y maniatado, con un sayón y un romano a su espalda colocando la corona de espinas.
En 1977 se decide volver a sustituir el paso, hablando con diversos escultores, adjudicando el proyecto al zamorano Higinio Vázquez García, siendo estrenado ese mismo año.
La actual Coronación de Espinas está formada por cinco figuras: tres representando al pueblo romano, otra a la plebe y la quinta a Cristo, sentado en su tórculo sobre unas gradas, con rostro sereno y envuelto en un halo místico, alrededor de la cual se dispone el resto.
Un primer soldado, bastante hierático y en pie, se convierte en espectador de lujo, mientras otro romano, con gesto desgarrado, se dispone a coronar a de espinas la cabeza de Jesús. Las dos figuras que miran a Cristo de frente, tienen actitudes claramente burlescas, así aparece, en primer término, otro soldado, que en cuclillas, enseña la lengua a Cristo, con gran teatralidad, mientras sostiene un clámide púrpura para colocarla sobre el Señor posteriormente. Representando al pueblo aparece la última imagen, un esbirro, con una bota de vino a la espalda, que hace de introductor a la escena, ya que muestra al pueblo fiel la coronación de espinas. Este burlón representa a la nota anecdótica del paso, ya que si ya la bota de vino hace que sea identificado con un “borrachín”, no deja de ser el autorretrato del escultor del conjunto, que con mano acusadora nos muestra a Cristo Rey.
El paso procesiona sobre un trono, realizado en los talleres de Manuel Guzmán Fernández en el año 2008, sustituyendo uno de estilo modernista realizado en 1988 de Melchor Gutiérrez San Martín.
El trono actual está realizado en madera de cedro real, con ingletes en las esquinas y cartelas en los salientes del trono, siendo los entrepaños calados y decorados con cabezas de ángeles.
Poco o nada sabemos sobre el paso poseía la Cofradía en el siglo XVIII, y bien pudiera ser éste el que se permuta, en 1860, con la Venerable Orden Tercera Franciscana, toda vez que la imagen del Ecce Homo estaba muy deteriorada, y era frecuentes los arreglos y retoques que se realizaban en él a lo largo de todo el siglo XIX.
Esta nueva imagen procedente de la comunidad franciscana no tuvo una larga vida en el seno de la penitencial, toda vez que en 1905, durante la abadía del Hno. Ramiro Marasa Olivié, se adquiere, a través del comerciante Juan de Arizaga, las efigies de Cristo y Pilato, con casi total seguridad a alguno de los talleres de arte de serie catalanes, siendo presentadas el 19 de abril de ese mismo año.
En 1955 se adiciona al grupo la imagen de un esclavo negro, sosteniendo una jofaina y una toalla con las cuales Pilato se lavará las manos, procedente de los talleres del Arte Cristiano de Olot, que, sin embargo, no acaba de cuajar en el conjunto y es retirada pocos años más tarde.
En este conjunto se nos muestra a Pilato presentando al pueblo a su Rey, coronado de espinas, con manto de loco y maniatado, sosteniendo una vara a modo de cetro, asomado en el pretorio.
El trono, obra del Hno. Melchor Gutiérrez San Martín, de impresionante factura, fue concluido en 1998. Presenta cuatro escenas de gran tamaño en cada uno de sus frentes, repitiéndose en el anterior la escena principal, con Cristo, Pilato y Claudia Prócula, que intenta interceder ante el procurador por el Mesías. En los laterales aparece una Piedad de gran teatralidad y una Verónica, que con gran devoción que intenta limpiar el rostro a Cristo en una de sus caídas. En la parte posterior del mismo se desarrolla un “Llanto sobre Cristo muerto”, inspirado en la iconografía de Juan de Juni que se conservan en Valladolid y Segovia sobre el mismo tema. Cristo yacente, en una marcada línea horizontal, sirve de contrapunto a la vertical del conjunto, protagonizada por San Juan y la Virgen que se desploma ante el dolor inconsolable. Mientras, en las esquinas, y por parejas vemos a María de Cleofás y María Magdalena, acompañadas por Nicodemo y José de Arimatea que se disponen a embalsamar el cuerpo del maestro.
En el año 2006 fue restaurado completamente por Doña Francisca Romero Abajo, Licenciada en Bellas Artes y especialista en la Conservación y Restauración de Bienes Culturales, eliminando repintes y descubriendo la policromía original de las efigies.
La efigie de Jesús es una obra del siglo XVII, de la que poco conocemos, al ser escasísimos los documentos conservados de ese periodo, si bien su autoría ha sido ligada a varios escultores de la escuela castellana, con mayor o menor acierto. Desde Gregorio Fernández a varios de sus seguidores, siendo atribuida por el Catedrático de Arte Fernando Llamazares Rodríguez a Pedro de la Cuadra.
José Javier Rivera Blanco, Doctor en Historia del Arte, en 1983, redacta un informe de la imagen. En el que data la imagen en torno al segundo cuarto del siglo XVII, entre 1640 y 1650, atribuyendo la gubia a algún seguidor de Gregorio Fernández imitador de sus formas, tan de moda en aquellos tiempos, donde incluso se copian pasos completos del gallego.
Justifica su argumentación sin poder concretar más por las numerosas intervenciones realizadas sobre la imagen, desde 1674, donde a Díez de Tudanca se le pide que “a de aguecar la ymagen de Jesús Naçareno que tiene la conpañia y ponerlo lo mas ligero que se pueda y bolberlo a cobrir en la forma que oy esta” -lo cual hace pensar que la misma fuera de talla completa, no de pabellón como en la actualidad- así como los destrozos del incendio del Convento de Santo Domingo en 1809 y otras actuaciones en la misma en 1816, y más recientemente en 1944, alegando que ha perdido incluso el carácter que la originara.
Descarta a Gregorio Fernández por escasa calidad, deficiencias en la utilización de la gubia y otros pormenores, así como a Pedro de la Cuadra, por los numerosos rasgos diferenciadores. En la actualidad existe algún estudio que atribuye la autoría a Gregorio Fernández, aunque éste se encuentra en proceso de elaboración.
Lo único que podemos decir a ciencia cierta, toda vez que la falta de documentación nos impide asegurar otra cosa, es que se trata de una obra de la Escuela Castellana, imitadora de las formas de Gregorio Fernández, realizada entre 1610 y 1650 en algún taller de Valladolid, entonces principal centro de imaginería de la mitad norte de la península. El escultor que la realizó debía conocer el Atado a la Columna, imagen propiedad de la Cofradía de la Vera+Cruz de Valladolid, ya que presenta bastantes rasgos comunes con esa imagen.
En el año 1944 se encargó su restauración total al escultor Víctor de los Ríos Campos, quien recompuso la cabeza retallando la melena en madera, construyendo un cuerpo, los pies que se habían de ver bajo la túnica y las manos.
Hasta 1952 el Nazareno usaba una peluca de pelo natural, sin conocer desde cuando se utilizaba esta práctica, aunque a lo largo del siglo XIX existen numerosas referencias acerca del mantenimiento de dicho elemento postizo.
En 1960 se vuelve a restaurar la imagen del Nazareno, debido a la carcoma aparecida en la efigie titular.
El vestuario actual del Nazareno lo componen cuatro túnicas, utilizadas en los diferentes cultos ordinarios en la Capilla de Santa Nonia, actos procesionales, triduos y otras fiestas de la Cofradía.
Así, entre las túnicas de “diario” podemos ver la realizada en 1989, confeccionada en terciopelo morado con agremanes y piedras de imitación en cuello, mangas y borde inferior, siendo la bocamanga de forma faroleada.
En el año 2006, la familia Campo-Fuertes dona y realiza otra túnica de culto, elaborada sobre terciopelo de algodón morado por la técnica de la aplicación enriquecida, con elementos ornamentales vegetales.
Respecto a las túnicas que el Nazareno porta en las distintas procesiones y actos principales podemos observar la realizada en 1934 en el Convento de las Trinitarias madrileñas, donación de Dña. Flora Velasco Reyero y su hermana, siendo una obra de bordado en oro sobre terciopelo sintético, con multitud de elementos vegetales, destacando las flores pasionarias. En 1991, y debido a su mal estado de conservación, se decide trasladar el bordado de la misma, siendo realizado en el Convento de las Carbajalas leonesas, bajo las indicaciones del hermano Melchor Gutiérrez San Martín, modificando diversas partes del mismo para ganar vistosidad, y añadiéndole nuevos elementos, mejorando considerablemente su aspecto. Esta túnica es con la que se viste a la imagen del Nazareno en la Procesión de los Pasos, así como en los Besapíes y tomas de posesión de los nuevos abades.
Por último, y también utilizada en Procesión, aunque esta vez en la de la Pasión el Lunes Santo, tenemos una túnica realizada en 1962 por las madres Clarisas, y donada por la familia Ramos-Millán. Consta de un bordado en oro aplicado sobre terciopelo sintético, con motivos eucarísticos, portando en la parte posterior una gran cruz y el anagrama de la Cofradía. Esta túnica, aparte de la Procesión antes mencionada, también es utilizada durante los días del Triduo.
La primera referencia al Cirineo la obtenemos en 1674, cuando en el contrato firmado con Díez de Tudanca se le encarga “un cirineo también de bulto para ayudar a llebar la cruz a Jesús Naçareno”. Del Cirineo de Tudanca poco o nada sabemos, ya que la falta de documentación en los siglos XVII y XVIII nos deja a oscuras durante esas dos centurias. Si podemos precisar que en el siglo XIX existía dicha iconografía, aunque no podemos afirmar que fuera la misma que realizara el autor del Expolio. En 1860 se efectúan pequeñas reparaciones en manos, repintes en 1879,…
Esta efigie de finales del siglo XIX estuvo vigente hasta 1940, cuando se decide reemplazarla por otra imagen, en 1941, durante la abadía del Hno. Enrique de la Puente, adquiriendo una figura de cartón-piedra procedente de los talleres de gerundense de Olot.
En 1946 se contrata con Víctor de los Ríos Campos una nueva imagen del Cirineo, siendo ésta la que actualmente procesiona, representando a un hombre alto y fuerte, con anatomía atlética.
El Cirineo posee dos túnicas: la primera de ellas, realizada en paño de estameña marrón en 1993 y donada por el Hno. Alejandro Morán. La segunda, de 1994, realizada por Melchor Gutiérrez San Martín, se trata de una obra en terciopelo acrílico bordada en oro y plata con reflejos verdes y burdeos, donación de varios hermanos de la Cofradía.
El paso es portado, desde el año 2000, en el antiguo trono de la Hermandad de San Gonzalo de Sevilla, de estilo barroco realizado en 1948 por Manuel Guerra, dorado por Manuel Calvo Camacho en 1976. Los candelabros son obra de Manuel Guzmán Bejarano en 1972, siendo restaurado en el año 2010.
Obra del valenciano Francisco de Pablo, del que poco conocemos, más que algunas referencias a obras suyas -entre ellas un Verónica de gran parecido, en Daimiel (Ciudad Real)- es una imagen exenta, con una estética muy cercana a los populares talleres de imágenes cristianas, lo cual, durante bastante tiempo, hizo que se pensara que era una pieza de las denominadas de serie.
En 1946, el pintor leonés Demetrio Monteserín, según Cayón Waldaliso en su libro sobre la Cofradía, realizó el paño que sostiene entre las manos y que representa el rostro de Cristo, y que fue sustituido en 1963 por el actual, realizado en los talleres de Lapuente.
La Verónica se asienta sobre un trono compuesto por dieciocho cartelas figurativas, realizado en 1992, y que en un principio fue pensado para el paso de la Crucifixión.
Obra del leonés Melchor Gutiérrez San Martín, es sin duda alguna uno de los tronos más originales de los que posee la Cofradía, y donde se presentan los doce bustos de los apóstoles; La Virgen María, escoltada por María Magdalena y la de Cleofás; y Cristo yacente con dos ángeles pasionarios, todo ello modelado con una gran manierismo y realizado en fibra de vidrio.
El conjunto de cinco figuras quería representar el momento en que Cristo es despojado de sus vestiduras, antes de ser clavado en la cruz. Del conjunto original de cinco figuras sólo se conserva la imagen de Christo nuestro bien de bulto a ymitación de mucha humildad.
El contrato firmado entre Díez de Tudanca y el Abad de la Cofradía, Marcos Anguiano, se conserva en el Archivo Histórico Provincial y nos describe con gran detalle las características de la obra. Los cuatro sayones debían ser también de bulto, y se describe las posiciones y acciones que debían desarrollar, así como sus ropajes: El uno quitando la bestidura a Christo con el mobimiento que le pertenece, […] otra figura al modo de la referida con mobimiento de estar barrenando la cruz […] ansi mismo an de yr en el mismo paso jugando las bestiduras sobre un tambor con unos dados y yncada cada uno una rodilla sobre el tablero y la otra lebantada con un acha de armas cada uno y con mobimiento de estar riñendo […]
De este paso sólo se conserva la efigie de Cristo Nuestro Bien, mientras que los sayones, tal vez arrinconados a finales del XVIII en el Convento de Santo Domingo tras la crisis de los braceros de 1785, pudieron perderse en el incendio que afectó al cenobio durante la ocupación francesa y que finalmente supuso su ruina mediado el siglo XIX.
La imagen de Cristo presenta las características propias de las obras de Gregorio Fernández y de la estética barroca castellana, con abundantes llagas en hombros y espalda, así como de postizos que intensificaran la sensación de realidad, con ojos de cristal y dientes de marfil. Y este paso, al igual que ocurriera con la Coronación encargada el año antes, tal vez fuera copia de otro que tenía la Cofradía de Jesús Nazareno y Cinta de San Agustín de la vecina ciudad de Valladolid.
A este paso también se le conoce, cariñosamente como el torero, debido a que entre sus manos antiguamente portaba un paño blanco, símbolo del expolio, y por la posición que adoptaba, colocación de paño, pies, brazos y cabeza ladeada, simulaba a un torero citando a un toro. También es nombrado, y así figura en diversos libros de cuentas de la Cofradía, como “El Silencio”.
Varios han sido los intentos de volver a completar el paso a lo largo del siglo XX, aunque hasta el momento, no ha fructificado ninguno.
La escena se completa con una cruz “tirada” sobre un peñasco, antes de proceder a enclavar a Cristo, así como una camisa ensangrentada, una túnica, donada en 2006 por el entonces Vice-Abad Hno. Pablo San José Recio, y realizada por Juan Carlos Campo Salas en bordados de aplicación, así como otros atributos de la Pasión, como dos dados en recuerdo a los sayones desaparecidos que se jugaban las vestiduras.
En 1999 fue restaurado concienzudamente por Dña. Francisco Romero Abajo, eliminando todos los repintes que había ido acumulando a lo largo de los siglos, mostrándonos la efigie con su encarnadura propia de finales del XVII.
El trono fue diseñado por Melchor Gutiérrez San Martín y estrenado en 1985. Realizado en madera, es de cierta sencillez, presentando diversos elementos decorativos de latón en sus paños, y unos mascarones que rompen la linealidad de las formas, y consiguiendo un buen conjunto en la calle.
A pesar de haberse barajado la posibilidad de la construcción de un nuevo paso desde los años ochenta del pasado siglo y de diversas temáticas –una caída, la lanzada, la elevación de la cruz,…-, no sería hasta 1998 cuando el proyecto sería aprobado en Junta General de Hermanos, comenzando entonces las gestiones para su realización.
El paso de la Exaltación -escena única en la provincia de León- representa el momento en que Cristo es elevado en la cruz en la que le acaban de clavar, en presencia de un soldado romano que de ese modo certifica la condena a muerte en la cruz.
Dos sayones tiran de las sogas para izar la Cruz, mientras que un tercero "mete el hombro" para equilibrar el madero de tortura, fijándolo al suelo de manera precisa. La escena, de gran teatralidad, presenta un fuerte dinamismo, a través de los esfuerzos realizados por los tres sayones.
El trono, realizado por el Hno. Juan Carlos Campo Salas en compañía de algunos miembros del grupo de montaje de la Cofradía, presenta una gran sencillez, con elementos arquitectónicos y frontones de estilo griego, en los cuales se ubican seis cartelas realizadas en bronce por el propio Navarro Arteaga, con escenas del Antiguo Testamento.
El paso representa a Cristo vivo en la Cruz, dirigiendo una última súplica al Padre.
En el año 1928 se adquieren las primeras imágenes de San Juan y la Virgen María, para completar el Calvario, siendo Abad el Hno. Enrique Salgado Benavides, procedentes, con casi total seguridad, de los mismos talleres, o de otros similares, que la efigie del Crucificado.
Entre los años 1956 y 1960, se incorpora la imagen de la Magdalena, de Víctor de los Ríos, y que forma parte del paso del Descendimiento (1945), propiedad de la Real Cofradía del Stmo. Sacramento de Minerva y de la Santa Vera+Cruz.
El Cristo de la Crucifixión fue cedido, igualmente, a la Cofradía del Santo Cristo del Perdón en el año 1965, para su primera procesión por las calles leonesas, hasta que la hermandad ferroviaria encargara su propia imagen titular a Ángel Estrada en 1966.
De igual modo, la imagen de la Virgen adquirida en 1928, formó parte, de un nuevo paso en la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias y Soledad, que en 1994 solicitó la figura para que desfilara bajo la advocación de la Consolación de María, en la Solemne Procesión del Santo Entierro de ese año, siendo el paso portado íntegramente por mujeres.
En 1990, y después de una década de diversos estudios para su remodelación, se acuerda sustituir las efigies de San Juan y la Virgen, siendo encargadas al escultor madrileño Faustino Sanz Arranz, así como otra de María Magdalena. Estas nuevas esculturas no son del agrado de la Cofradía, y se llega al acuerdo, con el mismo escultor de reemplazarlas por otras, siguiendo los bocetos de Melchor Gutiérrez San Martín.
En 1994 el paso estrena un nuevo trono, siendo completado en 1995. El trono está realizado en Guadamecil, es decir, cuero repujado, labrado y policromado con motivos ornamentales por Melchor Gutiérrez San Martín en 1995, así como los cuatro evangelistas que, situados en las esquinas del mismo y produciendo cuatro ángulos diferentes, rompen las simetrías del paso.
La imagen del Crucificado fue restaurada por última vez en el año 2007 por Dña. Francisca Romero Abajo, Licenciada en Bellas Artes y Especialista en conservación y restauración de Bienes Culturales, paliando los deterioros surgidos con el paso del tiempo, así como eliminando la suciedad y repintes que disimulaban antiguas reparaciones.
Este paso, con el nombre de Santo Cristo de la Agonía, formó parte de la procesión de los Pasos, organizada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, hasta 1968. Desde 1962 el uso de la imagen había sido fuente de problemas, ya que la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, erigida en dicho año, y con sede canónica en la Iglesia de San Marcelo, había escogido esta misma talla como imagen titular. En 1968 el prelado de la diócesis toma la salomónica decisión de prohibir que el Cristo de lo Balderas vuelva a procesionar, alegando su mal estado de conservación. Ello lleva a la Cofradía de las Siete Palabras a encargar una copia, y a la de Jesús a intentar encontrar otras soluciones al problema planteado.
Así, recurre en
Por fin, en 1973, se presenta, un 14 de abril, el “nuevo” Cristo de la Agonía, realizado por el leonés Laureano Villanueva Gutiérrez, durante la Abadía del Hno. Sigfredo Vicente Martínez Olivera.
La talla, realizada totalmente a golpe de gubia, en madera de abedul patinada, nos presenta a un Cristo de tamaño mayor del natural, muerto y desplomado, siendo una imagen muy alejada a la estética procesional, tratándose de una pieza modernista, muestra a Cristo muerto, sin adornos alegóricos, dando a la muerte de Jesús una actitud serena, huyendo del realismo y buscando una sensación más espiritual.
El paso procesiona sobre un trono de madera, según diseño de Melchor Gutiérrez San Martín en 1985, en una composición sobria de elementos arquitectónicos, con columnas abalaustradas, y ángeles, simulando el cuerpo bajo de un retablo, y creando un conjunto, imagen-trono, muy homogéneo.
Imagen pequeña, de vestir, y con peluca de rizos, que pronto hace que el acerbo popular le bautice con el cariñoso apelativo del San Juanín de los tirabuzones.
Nuestro pequeño San Juanín, uno de los principales protagonistas del Encuentro, llegó hasta 1946, cuando, en 1946 el que hubiera sido Abad en 1940, Isaac Martín-Granizo, encarga a Víctor de los Ríos Campos una nueva imagen, más acorde con el patrimonio renovado de la Cofradía.
El nuevo San Juan, imagen con la que el escultor cántabro ganó el premio Nacional de Escultura de ese mismo año, es una figura un tanto inexpresiva, cuyo rostro no trasmite dolor ni dramatismo, siendo más espiritual quizá. Presenta el pie derecho adelantado, en actitud caminante, como queriendo correr hacia el Encuentro, mientras levanta el dedo índice de su mano izquierda.
El paso fue cedido a la Cofradía de Ntra. Sra. De las Angustias y Soledad para su procesión del Santo Entierro en el año 1948, así como las celebradas entre los años 1970 y 1980, cuando adquieren su propio San Juan al escultor Santos de la Hera.
La imagen fue restaurada en profundidad en 2005, por Dña. Francisca Romero Abajo, en un trabajo de limpieza y reintegración de lagunas pictóricas.
El trono, obra de Melchor Gutiérrez San Martín en 1992, está realizado en madera y destaca la composición y disposición en pergaminos, propios del Evangelista.Procesiones
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Año 2007