En el transcurso de esta última semana de octubre, las Parroquia de San Marcelo y de San Claudio han celebrado las memorias de sus Santos Patronos con la organización de diversos actos en su honor y que han contado con la presencia del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de León, Mons. Luis Ángel de las Heras.
El templo ubicado en la C/ Legión VII acogía el pasado jueves la celebración de las vísperas de la solemnidad del centurión San Marcelo, Patrón de León. En colaboración con la Hermandad de Santa Marta y de la Sagrada Cena y con la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, la Parroquia honraba a su Patrón con una procesión que, a los sones de la banda de cornetas y tambores 'Nuestra Señora de la Soledad', recorrería las arterias de la ciudad legionense y cuyo punto más álgido tuvo lugar a los pies de la capilla del Santo Cristo de la Victoria con un homenaje a San Marcelo y posterior ofrenda floral. A continuación, el P. Luis Ángel de las Heras (Prelado de la Seo leonesa) presidía la celebración de la Eucaristía en memoria del esposo de Santa Nonia y que culminaba con la veneración de su reliquia.
El viernes 30 de octubre, D. Florentino Alonso (Canónigo de la Santa Iglesia Catedral) presidía la celebración de la Eucaristía de la solemnidad de San Marcelo con asistencia del Cabildo Catedralicio, del Excmo. Ayto. de León y de autoridades civiles y militares.
Este domingo, Mons. Luis Ángel de las Heras presidía la Eucaristía de la fiesta de la Cofradía Santo Cristo de la Bienaventuranza con motivo de la memoria de San Claudio. La Santa Misa tuvo lugar en la Parroquia homónima, sede canónica de la penitencial del Sábado de Pasión y de la mañana del Jueves Santo leonés y que ayer concluía la celebración del triduo en honor a este querido Mártir leonés.
En vísperas de Todos los Santos y en su homilía, el Señor Obispo de la Diócesis de León expresaba la suerte de conocer el camino de las bienaventuranzas para poder llegar a ser bienaventurados. El P. Luis Ángel de las Heras alentaba a los fieles congregados ante San Claudio a encontrarse como hermanos y a saber construir la comunidad cristiana mediante el amor a Dios y al prójimo, la caridad y fraternidad cristianas, y el perdón a los perseguidores, teniendo como intercesores a los Santos hermanos mártires Claudio, Lupercio y Victorico que, siendo hombres como nosotros, supieron escuchar al Señor, amarle con todo el corazón, con toda el alma, hasta dar la vida por este camino. Asimismo, animaba a contemplar el rostro de Dios, el rostro del Hijo de Dios (...), el rostro del Bienaventurado que señala San Claudio y que nos permite y ayuda a responder a nuestra vocación de santidad como bautizados.
La jornada concluía con el primer concierto de la agrupación musical Santo Cristo de la Bienaventuraza tras el parón acontecido a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, interpretándose las siguientes marchas procesionales: "La Saeta", "Cristo de las Cinco Llagas", "Siempre en mi Corazón", "Santo Cristo de la Bienaventuranza", "Entre Rosas y Espinas" y "Madre de la Misericordia", concluyéndose - como es tradición - con el "Himno Nacional". Esta acto también contaría con la presencia del P. Luis Ángel de las Heras.